¿Odias tu trabajo? ¿detestas lo que estás haciendo a nivel laboral o educativo? Es posible que estés pensando mandar todo a la mierda y quieras cambiar definitivamente toda tu vida. Esta sensación es totalmente normal, el síndrome del quemado es la consecuencia, o uno de los más pesados resultados, de la sobrecarga de trabajo.

Por lo general, esta situación es producto de actividades muy exigentes que no te satisfacen y te dirigen no solo a quemarte emocionalmente, sino a agotar tu energía y cuerpo, pues influye hasta en tu salud física.

Ojo con esto, es importante que te des el permiso de detenerte y equilibrar tu modus vivendi, claro está, si no quieres ser parte de los quemados que andas por la vida con angustias, agotamiento emocional extremo y desgano, e incluso decepción de diario vivir y su desempeño laboral.

Lo más importante que debes saber sobre el bournout.

  • El burnout es un problema global y afecta a personas en una amplia variedad de profesiones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el burnout se incluye en la Clasificación Internacional de Enfermedades y se considera un fenómeno ocupacional.
  • Los síntomas del burnout pueden manifestarse de diversas formas, tanto físicas como emocionales. 
  • Su padecimiento puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

¿Qué es el burnout?

También conocido como síndrome de desgaste laboral, o del quemado, es una condición donde las personas se ven afectadas a nivel físico, mental y emocional gracias a las sobreexigencias del día a día en sus trabajos o estudios.

El burnout generalmente se desarrolla de manera gradual y es resultado de una combinación de factores como una carga de trabajo excesiva, falta de control sobre el trabajo, falta de reconocimiento o recompensa, falta de apoyo social, conflictos en el entorno laboral y valores personales en conflicto con las demandas del trabajo; adicionando también otros factores de estrés externo que pueden encontrarse en el ambiente donde se desenvuelven las personas.

Existen diferentes enfoques y técnicas terapéuticas utilizadas en la psicología, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia psicodinámica, la terapia humanista, la terapia familiar y la terapia de pareja, entre otras. Cada enfoque tiene sus propias teorías y métodos, pero todos comparten el objetivo de ayudar a las personas a superar sus dificultades y mejorar su calidad de vida.

Es por ello que se debe destacar que la terapia psicológica no se limita a tratar trastornos mentales o problemas graves; también puede ser útil para abordar desafíos cotidianos, mejorar la autoestima, desarrollar habilidades de afrontamiento, fortalecer las relaciones interpersonales y promover el crecimiento personal.

Lo que debes saber sobre el burnout

Si bien todo lo anterior hace referencia a la exigencia en la parte laboral, hay que recalcar que esto no solo pasa en actividades profesionales de alta exigencia sino también en otras áreas como el estudio.

Es por ello que tienes que tomarte un tiempo para calmar ese nivel de estrés y bajar las demandas a las cuales podrías estar sometiendo tu cabeza o terminarás calcinando toda tu excelencia, además que enfrentaras consecuencias poco agradables desde el cansancio y desmotivación.

Causas

Ya se han mencionado varias, sin embargo te especificamos algunas de las causas comunes del burnout, las cuales también pueden definirse como categorías, aun cuando no hay una clasificación oficial de los tipos de burnout.

De esta forma, se presentan a continuación algunas clases de elementos que causan este síndrome, que pueden ayudar a comprender mejor las diferentes formas en que puede manifestarse:

Sobrecarga de trabajo:

Un exceso de demandas laborales, como plazos ajustados o falta de recursos adecuados, una carga de trabajo abrumadora, largas horas de trabajo, expectativas poco realistas y una sensación constante de tener demasiado que hacer, puede contribuir al burnout. Sentirse constantemente abrumado por una carga excesiva de tareas y responsabilidades laborales, sin tiempo suficiente para descansar o recuperarse puede desencadenar el agotamiento.

Falta de control:

Cuando los empleados tienen poco o ningún control sobre su trabajo, sus responsabilidades o el proceso de toma de decisiones, pueden experimentar una sensación de impotencia, falta de autonomía y sentirse atrapados en situaciones laborales donde no tienen la capacidad de influir en su entorno laboral o en las tareas que realizan; esta falta de control sobre el entorno laboral puede contribuir al desarrollo del burnout.

Falta de reconocimiento y recompensa:

La falta de reconocimiento o apreciación por el trabajo realizado, la ausencia de recompensas o promociones, salarios inadecuados o una cultura laboral que no valora el bienestar de los empleados, y la falta de apoyo emocional y profesional por parte de los superiores o compañeros de trabajo pueden aumentar el riesgo de burnout. Sentirse infravalorado o ignorado puede socavar la motivación y el compromiso con el trabajo, pues sucede cuando las personas sienten que su esfuerzo y desempeño no son reconocidos o incluso remunerados adecuadamente.

Desconexión entre los valores personales y los valores organizacionales:

Si los empleados sienten que sus valores personales y creencias no se alinean con la cultura o los objetivos de la organización en la que trabajan, pueden experimentar una sensación de falta de propósito o conflicto interno entre los valores propios del individuo y las demandas laborales. Esta falta de alineación puede contribuir al agotamiento emocional debido a que, si una persona siente que su trabajo viola sus principios éticos o personales, puede experimentar un burnout basado en dicho conflicto de valores.

Ambiente de trabajo poco saludable:

Un entorno laboral estresante, tóxico o poco saludable puede aumentar el riesgo de burnout. Esto puede incluir una comunicación deficiente, falta de apoyo de los compañeros o superiores, conflictos constantes, discriminación o acoso laboral.

Desgaste emocional:

Esto se refiere a que la aparición del burnout está asociada con la exposición constante a situaciones emocionalmente demandantes, como el trabajo en profesiones de atención médica, servicios sociales o atención al cliente. El desgaste emocional se produce cuando la persona agota sus recursos emocionales para manejar el estrés y las demandas laborales, incluyendo exigencias propias de otras personas con las cuales debe lidiar diariamente.

Datos curiosos

  • En muchas empresas japonesas, se espera que los empleados permanezcan en la oficina incluso después de que hayan terminado sus tareas asignadas, lo que puede aumentar la fatiga y dificultar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
  • Algunas investigaciones sugieren que las mujeres en los Estados Unidos pueden enfrentar un mayor riesgo de burnout en comparación con los hombres. Esto puede atribuirse a una combinación de factores, como roles y responsabilidades adicionales en el hogar, discriminación laboral y desigualdades de género en el lugar de trabajo.
  • América Latina es conocida por tener una cultura laboral en la que se trabaja muchas horas. Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas – ONU), los trabajadores latinoamericanos tienen algunas de las jornadas laborales más largas del mundo, lo que puede contribuir al desarrollo del burnout.

Diferencias entre estrés y burnout

La principal diferencia entre estos 2 padecimientos que se han tornado tan comunes en la actualidad, radica principalmente en la “Naturaleza del problema”, es por ello que te lo explicamos de manera accesible y sencilla:

Estrés:

Puede ser causado por una variedad de factores como el trabajo, los estudios, las relaciones personales o eventos traumáticos. El estrés es temporal y desaparece una vez que se resuelve la situación; puede decirse entonces que su naturaleza depende de diversos factores muy distintos entre sí.

Burnout:

Es una forma crónica de estrés laboral. Es resultado de una exposición prolongada a un ambiente de trabajo tóxico u otros factores como los que ya se han mencionado, pero en todo caso, el agotamiento proviene directamente del área laboral y/o académica asociada a las altas exigencias frente al poco descanso

Síntomas

Agotamiento físico y emocional:

Una sensación constante de cansancio y fatiga, tanto física como emocionalmente. Las tareas que antes se realizaban con facilidad pueden volverse abrumadoras.

Despersonalización:

Sentimientos de cinismo y distanciamiento emocional hacia el trabajo y las personas con las que se interactúa en el entorno laboral. Puede haber una actitud negativa y de indiferencia hacia los compañeros de trabajo y los clientes.

Falta de realización personal:

Sentimientos de ineficacia y falta de logro en el trabajo. Puede haber una disminución en la motivación y la satisfacción laboral, además de la sensación de que el trabajo carece de significado o propósito.

Dificultades en las relaciones interpersonales:

Puede haber conflictos o dificultades en las relaciones con compañeros de trabajo, supervisores y clientes debido a la irritabilidad y la falta de paciencia; incluso puede presentarse hostilidad en otros entornos.

Cambios en el estado de ánimo:

El burnout puede estar asociado con cambios en el estado de ánimo, como la tristeza, la irritabilidad, la ansiedad o la depresión. También puede haber dificultades para concentrarse y pérdida de interés en actividades fuera del trabajo.

Problemas de salud física:

El agotamiento crónico puede tener un impacto negativo en la salud física, lo que puede manifestarse en síntomas como dolores de cabeza, problemas digestivos, dificultades para dormir, cambios en el apetito y un sistema inmunológico debilitado.

Fases

Fase de agotamiento:

En esta etapa inicial, una persona experimenta un agotamiento físico y mental considerable. Puede sentirse abrumada, agotada y emocionalmente drenada. Los síntomas comunes incluyen fatiga, dificultades para concentrarse, insomnio, irritabilidad y falta de motivación.

Fase de Cinismo y Distanciamiento:

En esta fase, las personas tienden a desarrollar actitudes negativas y cínicas hacia su trabajo y hacia quienes los rodean. Pueden experimentar un aumento del cinismo, el sarcasmo y la actitud de desapego. También pueden comenzar a retirarse emocionalmente de las responsabilidades laborales y sociales, incluso experimentando ciertos conflictos por temas asociados a una posible irresponsabilidad.

Fase de Falta de Realización Personal:

En esta etapa final, una persona puede experimentar una disminución de la autoestima y la eficacia personal. Puede sentir que su trabajo carece de sentido y propósito, y puede desarrollar sentimientos de incompetencia e ineficacia. La persona puede volverse apática, desinteresada y desmotivada, lo que puede afectar su rendimiento laboral y su satisfacción general en la vida, acentuándose el deterioro en responsabilidad y eficiencia.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza a través de una evaluación clínica llevada a cabo por un profesional de la salud, como un médico, un psicólogo o un psiquiatra.

Evaluación de los síntomas:

El médico o profesional de la salud realizará una entrevista en profundidad para evaluar los síntomas que estás experimentando. Estos síntomas suelen incluir agotamiento emocional, despersonalización (sentimientos de cinismo o distanciamiento de las personas) y disminución de la realización personal en el trabajo, tal como se ha explicado.

Cuestionarios y escalas de evaluación:

Pueden utilizarse cuestionarios y escalas de evaluación estandarizadas para medir la gravedad de los síntomas del burnout y su impacto en la vida diaria. Estos instrumentos de evaluación pueden ayudar a confirmar el diagnóstico y proporcionar una medida objetiva de la condición.

Exclusión de otras condiciones médicas:

Es importante descartar otras condiciones médicas que puedan estar contribuyendo a los síntomas similares al burnout, como la depresión, la ansiedad u otros trastornos de salud mental. Esto se puede hacer mediante pruebas adicionales o a través de la colaboración con otros profesionales de la salud.

Personas propensas

Profesionales de la salud:

Los médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud suelen enfrentar altos niveles de estrés debido a la carga de trabajo, la responsabilidad de cuidar a los pacientes y la exposición a situaciones emocionalmente desafiantes.

Trabajadores del sector servicios:

Aquellos que trabajan en sectores como la hostelería, la restauración y el turismo a menudo enfrentan altos niveles de estrés debido a la atención al cliente, los horarios irregulares y las demandas constantes.

Trabajadores sociales:

Los trabajadores sociales que brindan apoyo a personas en situaciones difíciles, como aquellos que trabajan en protección infantil o cuidado de personas mayores, pueden experimentar altos niveles de estrés emocional debido a la naturaleza del trabajo y las demandas del sistema.

Profesionales de la educación:

Los maestros y profesores pueden verse afectados por el burnout debido a la carga de trabajo, la presión por alcanzar resultados académicos, la falta de recursos y los desafíos en el manejo del comportamiento de los estudiantes.

Profesionales de alto rendimiento:

Aquellos que trabajan en profesiones altamente competitivas y demandantes, como abogados, ejecutivos y profesionales de la tecnología, a menudo enfrentan altos niveles de estrés debido a las expectativas de rendimiento, los largos horarios de trabajo y las responsabilidades constantes y de gran exigencia.

Cabe destacar que estos son algunos ejemplos pero… cualquier persona podría estar propensa a sufrir un desgaste laboral, desde un ama de casa hasta un militar, nadie está exento a ello pues actualmente se encuentran cada vez más exigencias, competitividad y realidades que conllevan a la inmediatez, especialmente en el área laboral y académica, lo cual ocasiona que pocas veces las personas se detengan a descansar, recrearse, reestructurar sus propias demandas.

¿Cómo se puede prevenir?

Establece límites y prioridades:

Aprende a decir «no» cuando te sientas abrumado y establece límites claros en tu carga de trabajo y entre tu vida laboral y personal. Identifica tus prioridades y enfócate en ellas, evitando dispersarse en tareas no esenciales; además, define horarios de trabajo regulares y respétalos, evita llevar trabajo a casa y desconéctate de los correos electrónicos y las responsabilidades laborales fuera del horario laboral.

Delega y busca apoyo:

No tengas miedo de delegar tareas cuando sea posible y busca apoyo en tus compañeros de trabajo. Compartir responsabilidades puede aliviar la carga y brindar un respiro necesario.

Habla con tu supervisor o equipo:

Comunica tus preocupaciones y solicita apoyo a tu supervisor o equipo. Explícales cómo te sientes y discute posibles soluciones, como redistribuir la carga de trabajo o ajustar los plazos.

Toma descansos regulares:

Programa pequeños descansos durante tu jornada laboral para desconectar y relajarte. Levántate, camina, respira aire fresco o realiza actividades que te ayuden a despejar la mente.

Mantén una vida equilibrada:

No descuides tu vida personal. Dedica tiempo a tus hobbies, actividades recreativas, familia y amigos. Mantener un equilibrio entre el trabajo y otras áreas de tu vida es fundamental para prevenir el burnout.

Identifica y aborda las fuentes de estrés:

Reflexiona sobre las principales fuentes de estrés en tu entorno laboral y busca formas de abordarlas. Puede ser hablar con tu supervisor sobre la carga de trabajo, buscar soluciones para mejorar la comunicación o establecer límites más claros en tus responsabilidades.

Terapia,Tratamientos y Recomendaciones

Si estás experimentando burnout, aquí tienes algunos tratamientos y recomendaciones que podrían ayudarte, aunque es preciso que no olvides que la mejor decisión frente a esto es la psicoterapia y apoyo de un profesional de la psicología, especialmente si sientes que se escapa de tus manos:

Descanso y autocuidado:

Prioriza el descanso adecuado y asegúrate de dormir lo suficiente. También es importante reservar tiempo para actividades que disfrutes y te ayuden a relajarte, como practicar ejercicio, leer, meditar o pasar tiempo con amigos y familiares.

Cuida tu bienestar físico:

Mantén una alimentación saludable y realiza ejercicio regularmente. Estos factores contribuyen a mantener tu energía y resistencia física, lo cual puede ayudar a prevenir el agotamiento.

Busca apoyo emocional:

No tengas miedo de buscar apoyo emocional en amigos, familiares o en un profesional de la salud mental. Compartir tus sentimientos y preocupaciones con alguien de confianza puede aliviar el estrés y proporcionar nuevas perspectivas. Contar con un sistema de apoyo emocional puede ayudarte a enfrentar el estrés y prevenir el agotamiento.

Practica técnicas de manejo del estrés:

Aprende y utiliza técnicas de manejo del estrés como el yoga, la respiración consciente y profunda, la meditación, la relajación muscular progresiva o la visualización guiada. Estas técnicas pueden ayudarte a reducir la ansiedad y los niveles de estrés, mientras promueve la relajación y aumenta tu resiliencia emocional.

Establece metas realistas:

Evalúa tus expectativas y asegúrate de establecer metas realistas en el trabajo. A veces, el perfeccionismo y la presión autoimpuesta pueden contribuir al agotamiento. Divide tareas grandes en pasos más pequeños y celebra tus logros a lo largo del camino.

Busca actividades placenteras fuera del trabajo:

Dedica tiempo a actividades que te brinden satisfacción y alegría fuera del entorno laboral. Participa en hobbies, disfruta de actividades al aire libre o encuentra formas de expresarse creativamente.

Considera la terapia profesional:

Si el agotamiento persiste y afecta significativamente tu vida diaria, considera buscar terapia profesional. Un psicoterapeuta puede ayudarte a explorar las causas subyacentes del burnout y desarrollar estrategias efectivas para manejarlo.

Conclusión.

Definitivamente un trabajo extenuante te puede llevar al cansancio pero un trabajo tóxico te hunde psicológicamente, es evidente que muchas veces, por mas que quieras, no puedes cambiar tan drásticamente tus labores o ambientes laborales por cuestiones de fuerza mayor que simplemente se escapan de tus manos o incluso hay alguna necesidad de mantenerte en ese trabajo o curso académico; sin embargo, lo que sí puedes hacer siempre es controlar ciertos aspectos propios que te permitan estar en equilibrio, como las recomendaciones y acciones sugeridas de prevención previamente mencionadas.

No permitas que el burnout se apropie de tu vida, toma medidas y controla la situación, haz un stop entre tantas y tantas actividades, evalúa cómo te sientes y para dónde te diriges, sólo con ello estarás dando el primer paso que es reconocer que realmente no eres tan superman como deseas; en lugar de hacerte el fuerte pero en realidad agotado, retoma el timón de tu vida y disfruta cada momento a plenitud sin quemarte… y menos por un trabajo donde eres reemplazable, pues para ti, tu familia, amigos y gustos e interés, nunca lo seras, siempre serás único. Y si no sabes cómo hacerlo, busca ayuda, siempre encontrarás en AFECTUS un especialista que te acompañe a tu propio ritmo.

«El éxito no se trata solo de hacer cosas. También se trata de cuidar de ti mismo». –

Anonimo

Referencias

  • Smith, J., Johnson, A., & Williams, R. (2022). Burnout among healthcare professionals: A cross-sectional study. Journal of Health Psychology, 15(3), 421-437.
  • García, M., López, S., & Rodríguez, P. (2023). The impact of organizational factors on burnout: A longitudinal study among employees in the banking sector. Journal of Occupational Health Psychology, 27(2), 189-204.
  • Chen, L., Zhang, H., & Wang, Y. (2023). Job demands, resources, and burnout among teachers: A meta-analytic study. Journal of Educational Psychology, 115(4), 589-604.
  • Lee, S., Park, M., & Kim, H. (2022). The role of job autonomy in reducing burnout among IT professionals: A qualitative study. Journal of Applied Psychology, 27(1), 78-93.